domingo, 18 de marzo de 2018

Escapada a Gales Día 1_By Gonzalo

Aqui os dejamos, casi un año después, el relato del viaje a Gales (dia 1) de dos miembros destacados de LAP.

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Aprovechando uno de los pocos festivos que tenemos en UK, por segundo año consecutivo, decidimos realizar una escapada veraniega a Gales.
De nuevo fuimos solo dos, yo mismo y un sevillano, vasco de adopción, del que nadie conoce su verdadero nombre, pero al que todos llamamos Patxi.

La planificación del viaje, pese a ser una escapada sencilla, nos lleva horas debido a la escasez de alojamientos: Gales no es una región muy poblada, y además siendo Bank Holiday seguramente habrá ya muchas reservas cerradas. El segundo motivo es el desconocimiento de la zona, ¿dónde dormir? ¿Que rutas hacer?
Tras horas y horas surfeando la web y foros específicos no acabamos de tener las ideas muy claras, así pues, acabamos encontrando alojamiento en Trawsfynydd, mas por azar que por elección.
El sitio es una ‘caravana’ de esas que parece una casa con ruedas, cuando le comunico el precio a Patxi, su respuesta es ‘entiendo que es por persona, ¿no? ‘no, no, Patxi, en total’. No hace falta decir nada más para hacerse una idea de la calidad del alojamiento.

Patxi en acción


El plan inicial es hacer Penmachno el primer día, y rutas del Trail Centre ‘Coed Y Brenin’ los dos días siguientes.

Poco antes de la fecha señalada la dueña nos comunica que, tras una tormenta, la wifi ha dejado de funcionar, y nos pregunta si deseamos cancelar la reserva por ese motivo. Tres días sin wifi es algo a lo que nunca nos hemos expuesto y no sabemos cómo reaccionaremos, pero valientes que somos, decidimos seguir adelante con el plan, Patxi, siendo vasco, se plantea tirar un cable desde su casa hasta la caravana.

Por fin llega el día, salimos a media tarde de Londres, disfrutando de sus inexistentes vías de salida rápida y autopistas en perfecto estado de mantenimiento. Éste es un país fantástico en muchos aspectos, pero las infraestructuras de carreteras no es uno de ellos, un tema que daría para un blog para él solo.




Penmachno

Penmachno tiene dos rutas, ambas de graduación roja, y además existe la opción de combinarlas en una ruta de 30km que es la que decidimos hacer. La ruta está totalmente señalizada y en gran parte es ‘man made’, es decir, que partes del recorrido no son naturales si no que se han hecho a mano, ya sea poniendo piedras o alguna estructura de madera.





Llegamos pronto por la mañana, apenas hay dos o tres coches más en el aparcamiento. La ruta empieza con una subida tendida para luego ya convertirse en un continuo sube baja. No es especialmente dura pues en 30km se acumulan unos 760 metros de ascensión, no hay ninguna subida larga o con grandes porcentajes, es todo bastante progresivo.


A los pocos kilómetros, en una bajada sin mayores complicaciones oigo un grito detrás de mí, no hay duda de que Patxi se ha ido al suelo, doy media vuelta y me lo encuentro de pie en el camino, doliéndose del hombro y sin bici, ésta está uno o dos metros barranco abajo.
A día de hoy nadie encuentra explicación a una caída en una zona sin ninguna dificultad técnica.
Seguimos adelante pero el dolor se va apoderando de Patxi, dolor que no le impide elogiar el color rosa chillón de mi bici ante todo aquel que nos vamos encontrando, que si mal no recuerdo solo es un ciclista.















En Gales la vegetación crece muy rápido, el riego se pone a diario, todos los días del año. En algunos tramos nos tenemos que bajar de la bici porque las plantas invaden el camino e impiden ciclarlo.
La ruta es una maravilla, casi todo sendero, con tramos de piedra que recuerdan a las calzadas romanas, algunas bajadas de tierra con peraltes en las curvas (nada excita más a los bikers ingleses que las curvas peraltadas), riachuelos, pasarelas de madera.
No tiene dificultad especialmente técnica,



























Yo disfruto de la ruta, Patxi la sufre cada vez más, hacia el final de la ruta le pueden los genes Sevillanos y decide recortar la última parte: una bajada serpenteante con unas vistas al valle en las que puede verse la entrada a una antigua mina, convertida en atracción para turistas ya que puede visitarse por dentro.
Tras el reencuentro, hacemos juntos el último tramo hasta el coche.



Acabo tan contento que en lugar de las £2 libras que recomiendan como donación intento dejar un billete de £5, pero no debieron pensar en su día en actos tan generosos pues el billete no pasa por la tubería que canaliza las donaciones hacia la caja, se queda ahí anclado a la vista de todos, no hay problema, pues también se pueden hacer donaciones por Paypal.

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