En este parque, cuyo propietario actual es la mismísima reina de Inglaterra, se encuentra el Zoo de Londres y su famoso aviario, visible desde el exterior, diseñado a principios de los años 60 por el arquitecto Cedric Price y el ingeniero Frank Newby, siguiendo los principios de la tensegridad.
Dibujos originales del proyecto: Vista isométrica y de la pasarela que discurre en el interior de esta impresionante "jaula"
Aunque la principal razón por la que este área verde es tan popular entre los ciclistas londinenses no tiene que nada que ver, obviamente, con la arquitectura, sino con sus dos "anillos" pavimentados; uno exterior que lo circunda de unos 4.5 Km y otro interior de aproximadamente 1 Km.
El anillo exterior resulta ser el lugar idóneo para rodar y quitarse un poco el mono durante los días de la semana y/o de un típico weekend gris si por fin paró de llover un par de horas.
Rodeado de palacetes y apartamentos de lujo, tiene poco tráfico e incluso una leve pendiente en uno de sus tramos, lo que te permite aumentar algo la intensidad del entrenamiento y porque no, achuchar un poco a algún ciclista que lleves a rueda.
La única pega , además de lo monótono que puede resultar dar vueltas a un circuito, es quizás que este recorrido posee un par de semáforos cortos que, por lo general, los ciclistas ingleses respetan escrupulosamente.
Es bastante común que la policía ande acecho para poner una multa al impaciente deportista.
Sorprendentemente aqui podrás encontrarte con bastantes "carreteros" muy en forma, y los días de buen tiempo es común que se formen grupetas que ruedan a buen ritmo a las que te puedes enganchar si andas bien de piernas. Estos anillos son tan populares que no es raro ver a ciclistas que vienen en coche desde lejos para poder practicar aqui su deporte favorito.
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